octubre 9, 2021

Importancia de la salud mental: Si yo estoy bien, mi hijo también lo estará

Según los resultados de la quinta ronda de la Evaluación Continua de Impacto de la COVID-19 (ECIC -19), se tuvo como resultado que 2 de cada 10 cuidadores tienen 1 o 2 indicadores de depresión y 8 de cada 10 de ansiedad; es decir el estado de la salud emocional de las madres y padres no está bien.

Es decir, que a raíz de la pandemia no sólo debemos preocuparnos con los problemas familiares y económicos o quehaceres domésticos o responsabilidades familiares o crianza de los hijos, sino también, es necesario tomar atención a la salud mental.

Si las madres, padres o cuidadores no tienen herramientas para autogestionar sus reacciones de una manera positiva; podemos llegar al declive o desborde de sí mismos y aparecen de manera constante las siguientes sensaciones: frustración, miedos, ansiedad, gritos e incluso la violencia hacia los más pequeños, que a su vez, puede generar en ellos problemas en su desarrollo emocional, mental y social.  Es importante recordar que por más pequeños que estén, los bebés, niñas y niños se dan cuenta de todo y lo van replicando.

Por ejemplo, si sé que estoy molesta paro un momento y tomo agua, respiro o estiro algunas partes del cuerpo para que la tensión baje un poco y no llegar al punto de explotar, aunque no significa que en ningún momento deba suceder, pero cuando vamos a prendiendo a regular nuestra reacción es más amena y menos caótica.

Prestemos atención a nuestra salud mental:

Primero: Identificar, reconocer y mencionar mi emoción

Segundo: Preguntarnos qué es lo que ocasiona mi emoción

Tercero: preguntarnos cómo estoy reaccionando y si está funcionando, por ejemplo si estoy molesta porque no hicieron algo como yo quería y empiezo a tirar las cosas, ¿eso hace que el ambiente se sienta más tranquilo, tenso o de qué manera?

Cuarto: Revalúo mi reacción y lo tengo en cuenta para otro momento que vuelva a sentir lo mismo.

Además, para que esto no suceda de manera constante; planifica y distribuye las actividades a realizar. No todo nos debe salir a la perfección. Siempre estamos dando lo mejor de nosotras. Deja un tiempo para ti, así sean 5 a 10 minutos para tomar aire, agua, escuchar música o hacer algo que disfrutes.

Cuando te sientas sola o solo, comparte lo que sientes con la persona que te genere confianza, seguridad y que no te juzgue, o también puedes buscar ayuda profesional. 

#CuidaDeTi

Escrito por: Camila Rodríguez, Acompañante del Programa CIB

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