Semana mundial de la vacunación, ¿cómo afectó la pandemia a la vacunación infantil?

Pese a tener uno de los esquemas de vacunación más completos de Latinoamérica, con 17 vacunas que nos protegen de 26 enfermedades, el Perú no logra una alta cobertura de inmunización. 

En 2020, año en que inició la emergencia sanitaria por Covid-19, los establecimientos de salud dejaron de brindar atención y con ello se suspendieron las intervenciones para la prevención de la desnutrición crónica, la anemia y también la vacunación, siendo el indicador crítico de vacuna en el menor de 12 meses, que en el año 2021 ha llegado al 65% (antes de la pandemia alcanzaba el 76.7%).

Por otro lado, no han sido aplicadas las dosis de refuerzo de la vacuna contra la influenza. A nivel nacional, la cobertura es solo de 24.9%, siendo Huancavelica la única región que supera el 40%. En el caso del segundo refuerzo de la vacuna contra la poliomielitis – enfermedad ausente en Perú desde 1991 – ninguna región ha superado una cobertura del 40% y nueve regiones apenas alcanzan el 10%. Esta vacuna debe ser aplicada a los cuatro años de edad.

La reducción de la vacunación de niñas y niños, produjo un brote de difteria después de 20 años, una enfermedad que se creía desaparecida en el país. Este escenario podría volver a presentarse si no tomamos conciencia de la importancia de las vacunas y de  cumplir con el esquema de vacunación en el momento adecuado. Es necesario exigir que este servicio se restituya al 100%, lo que exige que me adapte a los protocolos de citas que están implementando los establecimientos de salud en todo el país.

¿Cómo podemos mejorar esta situación?

Para cumplir con el esquema de vacunación de niñas y niños, uno de los padres debe acercarse al establecimiento de salud más cercano, de preferencia donde tenga su historia clínica, y sacar una cita. Para ello debe llevar el carnet de vacunación y el DNI del niño.

Es necesario recordar que de esta forma reducimos el riesgo de que las niñas y niños contraigan enfermedades graves como el sarampión, la meningitis, la neumonía, el tétanos y la poliomielitis, muchas de las cuales pueden ser discapacitantes y mortales. Aunque algunas enfermedades son poco frecuentes, los patógenos que las causan continúan circulando en todo el mundo o en partes de él. Hoy en día, las enfermedades infecciosas atraviesan fronteras con facilidad e infectan a las personas que no están protegidas.

¿Qué sucede si mi niño tiene autismo u otra condición neurológica?

En el año 1998 se publicó un estudio que sembró dudas sobre la posible relación entre una vacuna triple (contra el sarampión, las paperas y la rubéola) y el autismo. Sin embargo, posteriormente se comprobó que el estudio presentaba numerosas deficiencias y era fraudulento, por lo tanto, no existen pruebas científicas que demuestren vínculo entre las vacunas y el autismo u otros trastornos de su espectro.

Debemos vacunarnos para protegernos y proteger a las personas que nos rodean; así evitaremos contagiar enfermedades que se pueden prevenir.

Por: Andrea Salvatierra Acompañante, Especialista del Programa de Acompañamiento a familias CIB