junio 17, 2022
Efectos secundarios de la suplementación
El consumo de suplementos de hierro puede causar algunos efectos secundarios. Por eso, es importante tomar solo la dosis recomendada por el médico.
Aquí presentamos los principales efectos secundarios de la suplementación:
- Tener en cuenta que los niños que recibieron lactancia materna exclusiva y que empiezan a consumir hierro – exactamente a los 4 meses y de forma preventiva – pueden presentar heces sueltas debido a:
- Existen cambios en la flora intestinal (microorganismos) asociados con la introducción del hierro en la dieta.
- Efectos del ácido ascórbico contenido en el hierro, en el movimiento intestinal de los bebés, quienes previamente han recibido cantidades pequeñas de ácido ascórbico a través de la leche materna.
- Generalmente la diarrea en niños más grandes estará relacionada a:
- Prácticas inadecuadas de higiene como el lavado de manos.
- Inadecuada manipulación de alimentos.
- Consumo de agua insegura.
- El niño puede presentar algunos malestares que van a pasar, por ello no hay por qué alarmarse. Estos malestares pueden ser: náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento.
- También puede ocurrir el oscurecimiento de los dientes (o de la ropa si el suplemento cae en ella). Para evitar que los dientes se oscurezcan, recomendar que se tome el suplemento en gotas o jarabe, sin tenerlo por mucho tiempo en la boca.
- Las deposiciones podrían oscurecerse, ya que normalmente alguna pequeña cantidad de hierro se excreta en las heces y provoca el oscurecimiento en el color de las heces. El color de las deposiciones desaparecerá cuando deje de tomar el suplemento. Estas coloraciones de las deposiciones no son dañinas para el niño, reflejan más bien que el niño está tomando el suplemento de hierro y la suplementación debe continuar hasta cumplir con los meses establecidos para prevenir o controlar la anemia.
- Las náuseas, vómitos y diarreas son temporales, si persisten, hay que indicar al especialista de salud.
- Si hay estreñimiento, este pasará a medida que el niño vaya consumiendo más alimentos, sobre todo frutas y verduras.
- Si los malestares persisten, consultar con el médico del establecimiento de salud más cercano.
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