¿Qué es la ansiedad de separación de los bebés con sus padres?

 

La ansiedad de separación es una fase normal del desarrollo humano, los niños sienten angustia cuando se separan de su cuidador. Esta fase comienza aproximadamente a los 8 meses. Durante este período el niño puede recurrir a objetos (transicionales) que relaciona con de sus cuidadores (una manta, canciones que tararea para dormirse), que hacen tolerable la separación.

Si el vínculo con sus padres se desarrolla correctamente, la separación causará protestas en el bebé pues, “como sé que estoy seguro con ellos, no quiero estar sin ellos”. Es con el desarrollo del cerebro racional, que esa inquietud de no ver a sus padres se controla. Cuando el niño puede separarse de sus padres, es porque ha aprendido que los padres siguen estando ahí y volverán (fundados en experiencias que lo ratifican), y pueden confiar en otras personas distintas a ellos.

Parte del desarrollo normal del bebé es aprender que las separaciones de los padres no son permanentes. El bebé pequeño piensa que si deja de ver a su padre, se fue para siempre o desapareció, pues lo que no ve, no existe (noción de permanencia del objeto). Por ello, los bebés pueden ponerse ansiosos cuando un padre se va. A menudo también experimentan miedo cuando conocen personas nuevas o visitan nuevos lugares. La ansiedad por separación termina a los 3 años de edad aproximadamente.

Las respuestas típicas de los bebés que experimentan esta ansiedad pueden ser:

• Llorar al dejar de ver a su cuidador
• Apegarse a su cuidador en situaciones nuevas
• Llorar en la noche, luego de dormir previamente toda la noche
• No querer ir a dormir sin compañía

Cuando se desarrolla una relación de apego saludable, se satisfacen las necesidades físicas y emocionales y el niño desarrolla un sentimiento de seguridad, saber que la figura de apego es accesible y responderá si se le pide ayuda, brinda un sentimiento de confianza que facilitará afrontar los momentos de separación. Para superar esta etapa de ansiedad por separación, los niños deben sentirse seguros en su casa, confiar en personas distintas a sus padres y saber que los padres regresarán.