junio 13, 2018
Juguetes no estructurados: jugar con envases en la infancia
El juego forma una parte esencial del desarrollo del bebé. Las actividades lúdicas reportan al pequeño tres ingredientes fundamentales: diversión, distracción y aprendizaje. En la etapa que trascurre entre el primer y segundo año de vida, el niño comienza a desarrollar numerosas habilidades que le permiten divertirse con una mayor variedad de juegos, aprendizajes y experimentar por sí mismo.
Se puede promover el diálogo y fomentar el habla al decirle palabras o frases que reflejan indicaciones simples como: “Anda donde papá y llámalo, dile papá” o decirle algo como: “Llévale este libro a la tía y dile, toma”. Si lo hace, puedes decirle las gracias y reconocer lo que hizo.
Puedes intentar jugar a las escondidas o a perseguirlo o que la/lo persigan.
Puedes nombrar objetos de su interés por su nombre y e ir poco a poco enseñándole los nombres de algunas partes de su cuerpo. Cada vez que pase un tiempo con su hijo/hija, al comer con él/ella, al bañarlo/bañarla o cambiarlo/cambiarla. Puedes conversarle sobre lo que está pasando y de lo que siente.
Envases
Consigue un envase de boca ancha y materiales como: corchos, tapas roscas o tronquitos
- Permite a tu niño o niña explorar el tamaño y forma de la boca del envase grande
- Intentar colocar los materiales más pequeños dentro.
Puedes realizar este juego con diferentes tipos de envases, para que las bocas sean de diferentes tamaños; así como los materiales pequeños pueden variar también.
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