Estrés y ansiedad: Salud mental en cuidadores

Estrés, ansiedad, preocupación y depresión, son los principales efectos en la salud mental en madres, padres o cuidadores de niñas y niños menores de tres años, de acuerdo a la Evaluación Continua de Impacto de la COVID-19 (ECIC-19).

La preocupación, dificultades o  miedo  por el temor al contagio, la pérdida de un ser querido, el alto índice de desempleo, la falta de contacto físico, la educación virtual, el cuidado de los hijos, la inestabilidad económica, sumado a otros factores, hacen que los cuidadores sobrepasan el manejo regular de sus emociones. 

En base a los indicadores de estrés, ansiedad y depresión de la ECIC-19, sumado a  los antecedentes culturales de nuestro país y la presión social, las madres adoptan el cuidado de los hijos, por ser la principal persona que brinda los alimentos al bebé y por ser catalogada como la “más calificada para cuidar a un niño” por encima de un padre. Existe mayor presión social para que las madres asuman esta responsabilidad, debido a esto, el estado emocional de las madres es el más afectado,  llevándolas a una sobrecarga física y mental.

¿El estrés parental siempre es malo?

De acuerdo con el Psicólogo Social George Aucaille, Analista de Laboratorio Social de la Fundación Baltazar y Nicolás indica que el estrés es una respuesta natural que tiene el cuerpo frente a una situación no esperada. “El estrés parental es un sentimiento que tiene todo cuidador en una situación nueva, donde aprenderá a ser padre o madre durante su camino, en el cual hay mucha presión de la sociedad”, asegura Aucaille, quien nos dice que la forma de afrontarlo depende y varía de cada mamá y papá. 

Según Aucaille, existen dos tipos de estrés: un estrés positivo, donde las personas se organizan, se adaptan y avanzan, y el estrés negativo: cuando la sensación es muy grande y es donde se genera la tensión y el dolor en el cuerpo  que no se puede manejar y nos paraliza, es el que se  debe tratar con mayor detenimiento y detectarlo para poder enfrentarlo.

¿Cómo la  salud emocional de una madre o padre está relacionada con la crianza de sus hijos?

Las niñas y niños para ir creciendo y desarrollando, necesitan de un ambiente estable y saludable y una de las primeras formas que tienen para aprender a manejar sus emociones es por imitación, es decir si un niño o niña ve a una madre o padre que no sabe regular sus emociones frente a una situación de estrés, el niño o niña hará lo mismo cuando tenga una situación que no le agrada, realizará lo mismo que su padre o madre, porque lo ha visto anteriormente y lo aplicará a su condición y entorno. 

“Una madre o padre que no puede manejar sus emociones es difícil que pueda tener un acercamiento cálido o una crianza positiva, el cual requiere de mucha paciencia y esfuerzo para guiar al niño o niña en su desarrollo emocional, puntualiza el psicólogo de la Fundación, además, asegura que  el estado emocional de los cuidadores es como un contenedor para que un niño pueda desarrollarse y crecer. “Si es un ambiente hostil, habrá complicaciones y dificultades, pero si es calmado y respetuoso, el niño aprenderá estrategias para aprender a regularse”, agrega.

¿Cómo solucionar la sobrecarga física y emocional para una madre o un padre?

Si las tareas de crianza se dividen para no sobrecargar a un solo cuidador, liberamos la carga y a su vez mostramos el ejemplo ante el niño o niña que todas las personas son iguales y pueden hacer las mismas cosas y esto a su vez, es muy probable que se replique en la futura familia de los hijos.

Aucaille, menciona que algunas estrategias para afrontar el estrés es buscar realizar actividades saludables que permitan disfrutar, relajarse o desconectarse, ya sea caminando, bailando, comer, leer, acciones que se pueden realizar para el disfrute de uno mismo. De igual forma es importante aprender a reconocer las señales de cansancio y aplicar estas actividades para recargarse de energías positivas para seguir adelante.

“Está bien pedir ayuda a amigos y familiares para el cuidado de los niños y tener un momento exclusivo solo para el cuidador. La comunicación es clave, siempre habrá temor de dejar a los hijos, pero si es necesario tomarse un momento para descansar, es totalmente válido”, finalizó el especialista.