mayo 5, 2021

Plan de parto: Qué es y cómo debo prepararme para el gran día?

Los momentos previos al parto de un embarazo siempre son los más tensos tanto para la madre como para el padre y toda la familia involucrada. Se presentan ciertas complicaciones o cambios en la programación, los cuales pueden llegar a alterar a la gestante en caso de no ser solucionados de la forma adecuada, por ello es importante contar con un plan de parto adecuado. 

Se tiene que tener en cuenta que el proceso del embarazo sobre todo en las últimas etapas, está lleno de adaptaciones que el cuerpo de la mujer debe de sobrellevar, sin embargo estos cambios permiten que la madre se prepare tanto para el momento del parto como para la lactancia materna. 

El momento del parto requiere de preparación

Mientras menos cosas dejes al azar, mejor. Por eso, debes hacerte algunas preguntas con anticipación: ¿te gustaría dar a luz sin medicamentos para el dolor?, ¿deseas que tu bebé permanezca contigo o tu pareja durante la primera hora después del parto?, ¿no quieres que te hagan episiotomía (corte en el periné)? Este y otros puntos son los que abordarás en un plan de parto. 

El objetivo de esta herramienta es ayudarte a plasmar las condiciones mínimas que deseas para mantenerte enfocada en dar a luz y no tengas que preocuparte en otros temas que distraigan tu atención de lo principal: traer a tu bebé al mundo. 

El conocimiento empodera y te brinda herramientas para aliviar las molestias propias de dar vida. Es vital conversar con los médicos sobre el tema, preguntarles cómo será el proceso y qué variables involucra para plasmarlas en el plan de parto; es un derecho universal y así lo respalda la OMS en un documento, que recoge las directrices de los cuidados durante el parto para una experiencia positiva. Allí se menciona que los recursos físicos esenciales son el trabajo de parto respetado, el apoyo emocional de un acompañante de su elección, comunicación efectiva por parte del personal médico, movilidad en el trabajo de parto y posición de su elección, entre otros puntos principales.  

La hoja de ruta

Tu plan de parto debe estar divido en tres fases: dilatación, expulsivo y atención del recién nacido. Hemos considerado las recomendaciones de la OMS para cada caso:

– Dilatación: En esta etapa, considera si deseas un rasurado o corte perineal de rutina antes del parto vaginal (la OMS lo recomienda solo en casos de cesárea); un enema (la OMS no lo sugiere para reducir el uso de la conducción del trabajo de parto); que tu médico de cabecera o una sola persona sea la encargada de realizar el tacto vaginal cada cuatro horas; anestesia epidural para el alivio del dolor, la aplicación de oxitocina (a excepción de las mujeres sometidas a epidural), así como el uso de técnicas de relajación para el tratamiento del dolor.

 – Expulsivo: Evalúa cuál será la posición de tu elección para dar a luz; método para pujar; uso de masajes perineales y compresas tibias para prevenir el traumatismo en esa zona; aplicación de episiotomía o presión del fondo uterino (la OMS no recomienda ambas) y corte tardío del cordón umbilical o cuando haya dejado de latir (la OMS sugiere un minuto después del nacimiento).

– Atención del recién nacido: Considera aspectos como la aspiración nasal de rutina (la OMS lo prohíbe en neonatos recién nacidos con líquido amniótico porque ellos comienzan a respirar por su propia cuenta al nacer); el contacto piel con piel durante la primera hora después de nacido tu bebé; la lactancia, el retraso del baño hasta un día después del nacimiento y la elección de permanecer las 24 horas del día con el recién nacido.

 

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