junio 12, 2018
«Generar seguridad en nuestros pequeños»
Queridos y queridas papis y mamis, con el crecimiento del niño o de la niña viene también creciendo la necesidad de buscarse la individualidad y así la necesidad de oponerse, de buscar los límites de su exploración. Siempre con amor, respecto y calma comenzamos poniendo límites. Estos límites sirven para brindarle seguridad y son esenciales para que el niño o la niña en el futuro pueda poner sus propios límites. Los límites le permiten al niño o la niña jugar en una “cancha” o territorio seguro. generar seguridad en los niños
Generar seguridad en los niños
Puede sorprenderte qué tanto entiende tu hijo o tu hija, pero es más aún de lo que puedes percibir. Detrás de su mirada está conectando, concluyendo y prediciendo lo que puede pasar con sus acciones, desde la comunicación, el juego y también el azar de lo que ocurre en su mundo exterior. La comunicación es básica para su desarrollo y permite proyectarse con otros y también accionar a través de otros. En el juego, tu niña o niño experimenta diferentes escenarios de una manera claramente entretenida, pero principalmente muy enriquecedora. Y ante las aventuras de cada día, está la base segura que le dan su mami y su papi. Así como la rutina de un día ordenado, comunicado y explicado por ellos mismos. generar seguridad en los niños
Verás que poco a poco entiende más, sigue instrucciones, comienza a dialogar contigo y con otros, recoge palabras y las repite, recoge los libros que tú le lees y los revisa. Y si le has leído bastante te pedirá que le leas más, pues los libros son escenarios y escenas adicionales que le ofrecen más diversidad de experiencias que papi y mami van entregando con amor en el día a día. Recuerden que ofrecerle una gran diversidad de experiencias, vividas, leídas o contadas, le producen a él o a ella una plataforma rica con la que puede relacionarse. generar seguridad en los niños
La comunicación debe ser de ambos lados, si él/ella te dice algo, tú le podrías contestar atendiendo lo que quiere explorar oralmente. El objetivo es que tus respuestas produzcan en él o ella otra pregunta más, otra reacción que evidencia un cerebro en pleno desarrollo y más importante aún, una relación más fuerte con el cuidador.
Esos primeros pasitos le permitirán después caminar con seguridad, patear la pelota, saltar y después correr. Es muy importante en esta etapa darle algunos “trabajitos” en la casa: “pásame mis zapatos”, “pon la muñeca sobre la cama”, “trae tu ropa para lavarla”, “lavémonos juntos”, son tareas en la que el objetivo es el desarrollo de niño o niña y el vínculo con papi, con mami, o el cuidador (la tía, la abuela tal vez).
Estas tareas después deben alargarse y complicarse y pueden rápidamente acabar en “puedes quitarte tus zapatos”, “puedes ponerte las medias”, y quizás muy pronto un “puedes vestirte sola, ya estás grande y tú puedes hacerlo”. Ayuda mucho la imitación, y para eso tú eres el modelo, la modelo perfecto o perfecta. Ella y él te imitarán y para esto, como en cualquier escenario tienes que estar preparada y dar lo mejor de ti, pues no quieres que imite tus “peores” momentos, esos ya vendrán también.
Recuerda que ella o él te imitarán como hablas y expresas cariño y respeto con otros, cómo preparas la comida y comes, como aseas la casa también. No hay nada más divertido y natural que imitar a mami, imitar a papi.
En esta etapa de desarrollo la calma sobre lo que pasará en un día se logra a través de las rutinas, y éstas producen un gran nivel de comodidad para todos en la casa, no solamente para el bebé. Las rutinas se construyen con eventos predeterminados y también con la comunicación clara de lo que está ocurriendo, “vamos a vestirnos para después ir a desayunar”, “comamos todo para levantarnos e ir a jugar”, “ya es de noche, nos bañamos y nos vamos a dormir”, son ejemplos que ayudan a informar al niño de las rutinas que serán la base del día a día de su desarrollo. Así también puedes acompañar estas rutinas o las transiciones entre rutinas con canciones que divierten y ayudan a dejar una cosa divertida por otra que pudiera no serlo tanto. generar seguridad en los niños