diciembre 17, 2020

Alergias alimentarias en bebés menores a 1 año

La alergia alimentaria es una afección que se presenta comúnmente al inicio de la alimentación complementaria y puede ser potencialmente mortal. Es una respuesta del sistema inmunológico, produciendo una serie de reacciones, principalmente, enrojecimiento y picazón en la piel (urticarias), picazón, hinchazón en los labios u ojos, dolor abdominal, dolor de estómago, diarrea, en caso de gravedad, dolor en la garganta, en la vías aéreas y dificultad para respirar (se conoce como anafilaxia). Esta última situación, es la de mayor riesgo, pues puede conducir a la muerte.

Al respecto, mencionarles que, la gran mayoría de nuestro sistema inmunológico, es decir, nuestro sistema de defensa, se encuentra alojado en el sistema digestivo, principalmente en el intestino, a la espera de cualquier sustancia extraña (alérgeno si proviene de alimento), bacteria, virus, parasito; en suma, antígenos, que, entre al cuerpo, y al reconocerlo como agresor, proceder a defender el cuerpo. Así, cuando, ingresa un alimento, se activa el sistema de respuesta, pero si es conocido, el sistema de defensa inmediatamente se apaga.

Los alimentos que han reportado reacciones alérgicas en los niños son: huevo, leche, maní, nueces de árbol, soya, trigo, pescados y mariscos.

Actualmente, se está prestando atención a la investigación sobre los factores de riesgo y las medidas preventivas para mitigar la creciente prevalencia de las alérgicas alimentarias. Mientas que, años atrás, se prefería evitar los alérgenos alimentarios comunes durante el embarazo y lactancia, algunas pruebas ahora sugieren que la exposición temprana a los alérgenos alimentarios potenciales puede reducir el riesgo de alergia alimentaria en los bebés. Asimismo, la introducción de una mayor diversidad de alimentos durante la infancia puede estar asociada con un riesgo menor de desarrollar enfermedad alérgica. Así, por ejemplo, la introducción temprana del maní en la dieta del niño, es decir, antes de los 11 meses, puede prevenir la alergia al maní, al permitir que, el sistema inmunológico desarrolle IgG, específicas para el alérgeno del maní, mientras que, en el grupo que evitaron el consumo de maní, fueron más propensos a desarrollar reacciones alérgicas.

Esta situación, ha conllevado al consenso global que, recomienda la introducción temprana del maní, en bebés con alto riesgo de desarrollar reacción alérgica, debido a que posiblemente sí, se retrasa la introducción del maní, hay un mayor riesgo de tener alergia al maní. Existen varios reportes de la introducción temprana de alimento potencialmente alergénicos, los mismos que pueden mostrar una estrategia de prevención prometedora para la alergia alimentaria. Sin embargo, aún es necesario resolver muchas preguntas respecto a los efectos del tipo de alérgeno, la dosis y la frecuencia antes de poder hacer recomendaciones.

 

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