octubre 24, 2019

Conoce cómo aplicar disciplina positiva en niños

¿Cómo aplicar Disciplina Positiva? - Mis Primeros Tres

 

Para criar personas empoderadas, equilibremos firmeza y generosidad; la disciplina positiva es un enfoque respetuoso (no punitivo, ni permisivo), para educar niños capaces, independientes y empáticos; ofrece herramientas para resolver problemas cotidianos, desarrollar habilidades socio-emocionales, y fortalecer la relación adulto- niño.

El castigo no produce cambios de comportamiento, detienen el mal comportamiento sólo un tiempo; provoca que el niño se rebele o sea “adicto a la aprobación”, renunciando a sí mismo por temor. Los niños necesitan estructura y libertad para hacerse responsables  de sí mismos.

Los niños están más dispuestos a cumplir reglas construidas con ellos; pedirles sugerencias sobre cuáles deben ser las consecuencias de cualquier conducta, les ayuda a aprender cual sería la mejor conducta. El niño debe sentirse capaz y cooperar, fomentándosele a hacer lo correcto de modo autónomo.

Establezcamos una conexión con el niño, así aceptará correcciones desde la amabilidad y firmeza. Centrémonos en aportar soluciones no en castigar,  involucremos al niño en ello,  que aporte ideas y reflexione sobre el problema. Validemos sus emociones, diciendo, por ejemplo, “sé que estás molesto, pero estuvo mal morder”.

Principios  de la disciplina positiva:

  1. Relaciones Horizontales, el adulto hablará al niño sin superioridad.
  2. Conexión, sentimiento de pertenencia, el niño se siente parte importante de su familia.
  3. Educación a largo plazo, se enseñan habilidades de vida.
  4. Animar, alentar, motiva y empodera al niño.
  5. Amabilidad, firmeza Los límites son importantes, apliquémoslo con amabilidad y firmeza.
  6. Errores: Oportunidades de aprendizaje, del error aprendemos, por ello es bienvenido.

Estos principios ofrecen herramientas para afrontar los retos de la crianza:

  • Respeta al niño: Cuando los niños no saben hacer algo, no quieren o no pueden, nos necesitan más; si el adulto está calmado, el niño lo estará.
  • Céntrate en soluciones: Tras un castigo ¿qué habilidades de solución de problemas desarrolla el niño? Miremos las soluciones que puedan ayudar al niño. Cuando el niño se siente humillado perdemos la posibilidad de solucionar, él se defenderá, no reflexionará para superar el problema.
  • Conecta, investiga qué quiere tu niño, puede ser diferente a lo que intentas enseñarle.
  • No etiquetes, puede alejarte de sus talentos reales.
  • Involucra al niño, trabajen juntos; él tienen recursos, escúchalo, tómalo en cuenta; así desarrollará confianza y autoestima.
  • Dejemos de ordenar para pedir, para impulsar al niño a colaborar; acompáñale con generosidad y firmeza.
  • Tengamos rutina, da estructura y genera seguridad, calma y confianza.

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