marzo 12, 2020
Madre primeriza: atender al bebé en momentos de estrés
El estrés es una reacción normal que acelera las funciones orgánicas y genera más energía para que respondamos eficazmente a diversos retos. La llegada de un bebé, puede ser motivo de estrés por la reoganización familiar que conlleva.
Es común experimentar estrés en la crianza, por la falta de sueño, las inseguridades sobre si estamos haciendo bien las cosas y las nuevas tareas. El inicio de la crianza es un tiempo de ajuste, pero progresivamente la vida familiar recuperará su equilibro. Dependiendo de las circunstancias, características personales y experiencias, llevará más o menos tiempo.
Para manejar el estrés, busquemos ayuda, generemos redes de apoyo, aprendamos a identificar nuestras emociones. Algo de estrés es saludable, eleva los niveles de energía ayudando a generar reacciones rápidas y efectivas; es un problema cuando se vuelve un estado permanente pues:
• Sentimos ansiedad, temor, tristeza.
• Permanecemos en estado de alerta.
• Agotamiento y malestar emocional y físico (gastritis, migraña, caída del pelo)
Para prevenirlo:
• Aprendamos a descargar la tensión (con técnica de relajación, deporte, actividades gratificantes como pasear, leer)
• Analicemos situaciones estresantes, pensando en soluciones.
• Contemos con redes familiares y de amigos.
• Valoremos las cosas que hacemos bien, nuestros logros.
Es correcto tener presentes nuestras responsabilidades, pero también valoremos nuestros esfuerzos, permitámonos disfrutar, por ejemplo, los logros del bebé o de jugar con él. La paternidad y maternidad no implican renunciar al disfrute personal, pues este influye en la mejor atención al bebé, al sentirnos bien.
Compartamos las responsabilidades y tareas entre toda la familia; el padre es corresponsable en la crianza. La madre así, descansará y atenderá mejor al bebé, sintiendo menos presión, lo que disminuye el riesgo de sufrir depresión post-parto, que es una alteración emocional caracterizada por una visión negativa de uno mismo y del futuro, problemas de concentración y para tomar decisiones, irritabilidad, fatiga y tristeza.
Síntomas de alerta:
• Tristeza, llanto permanente.
• Pérdida o aumento de peso, pérdida o aumento de apetito.
• Insomnio o hipersomnia.
• Agitación o lentitud psicomotores.
Recomendaciones:
• Pide ayuda a tu familia, redistribuye tareas.
• Si te sientes sobrepasado, busca ayuda profesional.
• Practica un estilo de vida saludable: come bien, no consumas alcohol u otras drogas, ejercítate.
• Descansa.
• Comparte con otros padres preocupaciones, miedos, logros, aprenderán juntos.
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