julio 15, 2020
Lidiar con las emociones de los niños en la nueva convivencia
Tras el levantamiento de la cuarentena el pasado 1 de julio, muchos padres de familia volvieron a sus centros laborales y dejaron atrás el trabajo remoto. Sin embargo, los menores de 14 años, especialmente los niños de hasta 5 años de edad, seguirán en confinamiento. Solo podrán salir por espacio de una hora, en compañía de un adulto, y a 500 metros de distancia del lugar de residencia.
“Esto en definitiva va a impactar a los niños. Entramos a una nueva etapa. Ahora no solo no pueden salir, sino que sus padres ya no van a estar con ellos la mayor parte del tiempo”, señala la especialista Erika Dunkelberg, miembro de la comunidad de líderes de educación de IPAE y especialista en desarrollo infantil temprano de la Asociación Educación y Desarrollo.
Asegura que los niños pequeños se sienten más seguros cuando están con sus padres. “Ahora se debe conversar con ellos, explicarles lo que va a suceder, la nueva rutina en casa y con quién van a quedarse”, añade Dunkelberg.
Como muchos padres, Erika también se sintió sorprendida con la prórroga del aislamiento para los menores. “No se han explicado las razones de esa medida, sería bueno que sean comunicadas a la población”, subraya. Descarta que esta decisión esté vinculada a la incapacidad de los pequeños de mantener el distanciamiento social. “Los niños pequeños muchas veces nos sorprenden, son ellos quienes, cuando se les enseña una norma de convivencia, la respetan, inclusive más que sus propios padres”, subraya.
Considera que la duración de un confinamiento largo juega en contra de la estabilidad emocional y física de cualquiera. Más aún en niños pequeños, que están en pleno desarrollo, que no cuentan todavía con todas las herramientas que tenemos los adultos para manejar situaciones de estrés.
“Un adulto que no está regulado no puede ofrecerse como fuente de corregulación. A esta edad las experiencias tienen un rol clave en el desarrollo. Si la madre está estresada, eso trae secuelas en la manera como nos vinculamos con el niño. El impacto en los niños será proporcional al impacto que el confinamiento tiene en sus padres”, precisa.
En el caso de los niños en edad preescolar, indica que ellos necesitan tener acceso a espacios públicos donde jugar, saltar, trepar, correr, o donde interactuar con otros niños de su edad (jugar, negociar, pelearse, amistarse).
“Creo que habrá un impacto en los niños de 3, 4 y 5 años que están en pleno desarrollo de sus habilidades sociales y emocionales. A diferencia de niños en edad escolar, que tienen acceso a la tecnología para conectarse virtualmente con amigos, los niños pequeños no, y necesitan vincularse presencialmente”, sostiene.
La experta señala que el aislamiento decretado a partir del 16 de marzo fue una medida necesaria. No obstante, esta impactó en adultos y en niños, y la magnitud del mismo no fue igual para todos.
“La diferencia está en que la magnitud del impacto en los niños pequeños está directamente relacionado al entorno en el que vive el niño, a la estabilidad emocional y económica de sus padres. La calidad del entorno familiar es determinante”, asegura.
Los padres somos los grandes mediadores de las experiencias de nuestros hijos, explica, y recuerda la película La vida es bella, sobre cómo un padre puede transformar lo que sucede en el mundo externo en una experiencia más manejable y lúdica para su niño.
Sin embargo, considera que el porcentaje de niños expuestos al estrés familiar se ha incrementado. “Como resultado del confinamiento, se ha incrementado la irritabilidad y reducido la paciencia y autocontrol de los padres, exponiendo a niños pequeños a una calidad de cuidado mucho menor”, señala.
A estos niños, indica, se les corta el acceso a factores protectores, como el asistir al preescolar, donde canalizan, a través del juego y el movimiento, sus experiencias y compensan cualquier situación difícil en el hogar. Sus condiciones de vulnerabilidad se exacerban.
A todo esto, ¿qué rol juegan los abuelos en las emociones de los niños?, preguntamos. “Son figuras importantes para los niños. Luego de los padres, son las figuras más significativas en la estructuración de su psiquis, en su desarrollo en general”, señala.
Los abuelos, añade, son fuente de afecto y cuidados como también de diversión. “¡Los niños pequeños que han podido hacer cuarentena con abuelos en el mismo hogar son afortunados! Los abuelos son una ayuda para los padres, un respiro”, subraya.
“En tiempos como estos, de estrés, se necesita más tolerancia y ser consentidores con los niños pequeños”, concluye.
Fuente: Perú 21
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